Todo empezó hace unos días cuando Lola me propuso hacer unos banderines imprimibles para la habitación de Víctor, en principio me pareció buena idea, pero más tarde pensé, no, yo tengo que hacerlos de tela. Pedí prestada la máquina de coser a Carolina, compré los materiales necesarios, y tachán! en una hora y media aproximadamente estaban listos.
A mi me parece que han quedado bien.
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