Todos los años cuando el invierno va llegando a su fin una obsesión se apodera de mí "necesito unos pantalones blancos", ese día a llegado, el otro día vi unos pitillos blancos de la nueva colección en Amichi y sentí la necesidad imperiosa de comprarlos, tengo tres pantalones blancos pero son rectos, y me convencí a mi misma de que necesitaba unos pitillos...bueno, tener pantalones nunca viene mal, cuando están viejos los corto para ir a la playa o para estar en casa...
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