Mi pequeño ya tiene nueve meses, es alucinante lo mucho evoluciona en tan poco tiempo; no para en todo el día, se patea la la casa, abre cajones, intenta ponerse de pie agarrándose a lo primero que pilla...se pasa el día peleando, no se de dónde saca la energía, bueno, creo que me la roba a mi, porque al final del día estoy muerta. Pero como dice mi marido sólo una sonrisa del enano hace que merezca la pena todo.
